Hace algunos años me topé con un libro que cambió el rumbo de mi vida, "Ser Feliz" (Be Happy) de Robert Holden y es que es un tema que desde ese entonces ha rondando mi mente, porque creo que de alguna forma u otra es lo que todos buscamos en la vida.
El libro primero se topa con varias dificultades, como cuál es la definición de felicidad y para qué sirve la felicidad, entre otros. Parece que es fácil definir lo que no es la felicidad, pero muy difícil definir lo que sí es la felicidad. De esa primera leída al libro me quedé con muchas más preguntas que respuestas.
Una pregunta que me pareció particularmente interesante fue: ¿Para qué sirve la felicidad? o ¿De qué nos sirve ser felices? y la respuesta que nos dieron es que la felicidad es como un tipo de brújula que llevamos dentro y que nos sirve de guía para saber en qué dirección nos estamos moviendo.
Así como la brújula tradicional nos ayuda a saber dónde está el norte, la brújula interior nos ayuda a saber si nos estamos moviendo en dirección de la felicidad o en sentido opuesto a ella. Esto me gustó mucho y quise aprender más al respecto. Nos explicaron que hay diversos tipos de felicidad y que no es lo mismo la euforia que la felicidad profunda, que se parece mucho al sentimiento de paz, de calma.
Este libro abordaba el tema de la felicidad desde la perspectiva de la psicología positiva y aunque me ayudó a entender mejor ciertos aspectos de este tema me siguió dejando algunas dudas.
Afortunadamente me llevó a conocer los 3 Principios de Sydney Banks, en donde pude comprender y profundizar más en el tema.
Aprendí que todas las personas experimentamos la vida de una forma variable y de acuerdo a nuestros pensamientos, y que para todas las personas esta experiencia cambia momento a momento y no está vinculada con las circunstancias, sino con nuestro poder del pensamiento.
Aprendí que una mente acelerada tiene menos claridad y paz que una mente tranquila. Aprendí que existe una inteligencia detrás del sistema, que es la que rige o regula el universo y casi todo lo que existe en él. Que nuestra esencia humana se compone fundamentalmente de nuestra parte espiritual + nuestro ego, donde nuestra parte espiritual está conectada de una forma constante y completa con esa inteligencia detrás del sistema (Ilimitada) y nuestro ego es la ilusión de que nuestra identidad está separada de todo lo demás y somos seres aislados y limitados.
Aprendí que en la medida que nos identifiquemos con nuestra parte espiritual o con nuestro ego vamos a experimentar más de esa parte de nosotros mismos.
Me di cuenta que con este conocimiento nuevo podía entender mucho mejor cómo funciono como persona, podía entender mejor mis emociones y sentimientos y sobre todo podía entender mejor el tema de la felicidad.
Me parece que sí llevamos una brújula interior, y que nos puede ayudar a navegar la vida de una mejor manera.
Por buscar hacer una analogía burda, las emociones que experimentamos nos indican cuál es el estado de nuestra mente, en una emoción de paz y tranquilidad nos informan que nuestra mente tiene mas claridad. En una emoción de miedo podemos inferir que nuestra mente tiene menos claridad. Y con esta valiosa herramienta podemos saber también que en la medida en la que busquemos paz emocional podemos encontrar claridad mental y con esta claridad mental podemos encontrar otras cosas que nos interesen en la vida.
La fórmula perfecta para encontrar la felicidad no sé si exista y no la he encontrado aún. Lo que sí existe es el entender cómo funcionamos internamente y cómo funcionan nuestras emociones. Y en la medida en la que profundizo en este entendimiento puedo acceder a mayor paz interior, a mayor claridad mental y a una mejor experiencia de vida.
Les agradezco por leer estas palabras y espero que les puedan ayudar a vivir una vida más plena y más feliz.
Angus Álvarez
Empresario, Coach y
Curioso de la experiencia humana.
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