En cuanto supe que me tocaba el blog de este mes el tema del gozo surgió de inmediato. Para ser honesta antes de encontrarme con Los 3 Principios no era algo que tuviera relevancia en mi vida. Pero de alguna manera poco a poco se fue haciendo presente.
Si nos vamos a la definición de la palabra gozo de acuerdo a la Real Academia Española:
“Es un sentimiento de placer o alegría que se puede experimentar por la posesión, recuerdo o esperanza de algo apetecible”.
Si me quedo con eso no es algo que despierte mi curiosidad. Pero en el sentido bíblico, la Biblia dice en Filipenses 4:4
“Regocijaos siempre en el Señor; otra vez digo, regocijaos”.
Como una invitación al gozo sin que dependa de las circunstancias externas, sino de la fuente, en este caso reflejando fe y confianza.
“El gozo se vinculó históricamente con la alegría del alma, o sea, con la celebración espiritual de la existencia”.
Ahora nos va llevando más allá, al dejar en claro que no somos sólo la forma, sino que hay algo más. Además, la parte de la celebración de la existencia de alguna manera deja ver que está en nuestra naturaleza, lo tengamos presente o no, es una posibilidad latente en todos nosotros, todo el tiempo.
Es algo que surge desde adentro, es ese deseo de hacer algo, ese fervor con el que lo hacemos que pareciera que ni siquiera se siente, no pesa, casi como si estuviéramos respondiendo a un llamado. ¿Del alma tal vez?
Me gustaría que pienses en momentos en los que te surgió, casi como necesidad, el querer hacer algo. Se te ocurre de repente y dices: “¡Sí!”. No ves obstáculos, al contrario. Y en el proceso de hacerlo había esa plenitud, ese disfrute.
¿Cómo se siente?
¿Cómo fue el proceso?
¿Cómo se siente cuando no escuchas ese “llamado”?
Ahora recuerdo momentos en los que he dicho: “¡Sí!” y lo hago, ya sea organizar eventos, crear listas de cumpleaños y distribuirlas cada mes, reunir información de proveedores para la graduación de la escuela, etc. No importa el tema. Recuerdo que en algún momento me lo agradecieron y yo no veía el porqué del agradecimiento, pues para mí había sido un proceso completamente natural, cuyo proceso había sido de disfrute.
De esta manera vemos montones de ejemplos, inventos, creaciones, hazañas impresionantes, que surgen del interior de las personas y cuando ellos las honran al realizarlas, pareciera que el camino se les va mostrando, al dar un paso el siguiente se vuelve obvio.
Joe Dispenza dice: “Se podría decir que cuando estás en un estado creativo te olvidas del hábito de ser tú. En esos momentos has ido más allá del tiempo y el espacio y te has convertido en consciencia pura e inmaterial. […] En pocas palabras, manifestamos más nuestra naturaleza divina”.
¿Y tú? ¿Estás dispuesto a seguir ese gozo?
Mónica López
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