Sincronía: la danza secreta del universo, por Verónica Mery
- Verónica Mery

- 1 oct
- 3 Min. de lectura

"Sincronicidad es una realidad siempre presente para aquellos que tienen ojos para verla.”
Carl Jung
¿Cuántas veces te ha pasado que piensas en alguien y justo recibes un mensaje suyo? O que un libro cae en tus manos en el momento exacto en que lo necesitabas. A eso solemos llamarle “casualidad”, “coincidencia” o “suerte”. Pero ¿y si en realidad fuera la manera en que el Universo te muestra que todo está conectado, que nada ocurre al azar?
Los 3 Principios nos ofrecen un lente distinto para ver esta “danza invisible”. No es magia, no es suerte, es la vida misma mostrándonos que no estamos separados de ella, sino en perfecta sintonía y que, si aprendemos a escuchar, podemos caminar con más ligereza y confianza.
La mayoría de las veces pasamos por la vida tan ocupados en el ruido de nuestra mente que no alcanzamos a ver estas señales. Pero cuando volvemos al momento presente, algo cambia: empezamos a notar cómo las piezas encajan, cómo las personas llegan en el momento justo, cómo todo parece estar respondiendo a una inteligencia más grande.
Vivir despiertos no significa tener todas las respuestas, significa estar abiertos a notar lo que la vida ya nos está mostrando.
“La sincronía es la huella que deja la vida cuando camina contigo.”
No fuimos diseñados para la lucha constante ni para vivir con la sensación de carencia. Nuestro diseño natural es el bienestar, la conexión, la fluidez. La sincronía es la prueba silenciosa de ello: cuando confías y te sueltas un poco del control, empiezas a ver cómo todo se acomoda de una manera que jamás hubieras podido planear.
Cuando comienzas a vivir en alineación con tu verdadero ser, comienzas a percibir conexiones que antes eran invisibles, comienzas a recibir información de una intuición expandida que te conecta con el campo de información universal. Es como si te convirtieras en una antena más sensible para captar las señales que el Universo siempre ha estado enviándote que antes no podías percibir ya que estabas distraído.
Esta capacidad expandida es tu estado natural cuando dejas de resistir quién realmente eres, cuando paras de pelear contra tú naturaleza esencial y comienzas a fluir con ella.
Has notado que cuando estás enamorado, cuando estás siguiendo tu pasión, cuando estás haciendo algo que realmente amas, las coincidencias se multiplican, los encuentros perfectos aparecen, las oportunidades surgen de la nada, las respuestas llegan justo cuando las necesitas eso no es casualidad es tu ser natural operando en su frecuencia óptima.
Vivimos en un Universo inteligente que responde a nuestro estado de consciencia, cuando vibras desde el miedo, la desconfianza, esa es la realidad que magnetizas, pero cuando vibras desde el amor, la abundancia, la confianza en la vida es como si el Universo entero conspirara para apoyarte, la vida nunca está contra ti. Aunque a veces no entendamos los giros, aunque parezca que las piezas no encajan, hay una inteligencia más grande que teje todo con precisión y cuidado.
Cada encuentro, cada aparente desvío, cada momento de espera, es parte de la coreografía invisible de la vida. No necesitas controlarlo, ni anticiparlo todo… solo estar despierto al presente, porque ahí es donde la sincronía se revela con más fuerza.
“El Universo no te quita caminos; te muestra otros que también te llevan a casa.”
Así que cuando algo inesperado aparezca, en lugar de preguntar “¿por qué a mí?”, tal vez puedas preguntarte: ¿Qué me está mostrando la vida ahora? ¿Qué pieza de este rompecabezas se está acomodando sin que yo lo vea todavía?
¿Qué tanto confías en que la vida sabe más que tus planes?
Verónica Mery









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